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Carta a la Concejalía de Turismo


Antonio Sánchez Portero

Excmo. Ayuntamiento de Calatayud
Concejalía de Turismo
Doña María Amor Muñoz

Calatayud, 14 de julio de 2004

Sra. concejala y estimada amiga: Siento exponer que estamos en las mismas, y que mi disgusto e indignación se mantienen en todo su vigor. Suponía que en la reunión que tuvimos el pasado día 29 se iba a contestar a las demandas concretas que formulaba al alcalde en la carta con fecha del pasado 14 de junio, y que el asunto quedaría zanjado definitivamente.
No ha sido así. Se me siguen dando largas, y se me pide que realice de nuevo la petición, incluyendo ahora un elemento nuevo. Considero que con la petición enviada en dicha carta es suficiente. Estimo que es labor de esta Concejalía elaborar el informe, cumplir los trámites necesarios y seguir los pasos preceptivos para que se me conteste.
Habida cuenta de la composición actual del Ayuntamiento, si no se atiende lo que solicito, no cabe duda de a quien se debe la denegación. Y cabe hablar de falta de voluntad para acceder a mis justas reivindicaciones. Estoy ya cansado y no aguanto más. En el caso de que no se atiendan antes de que finalice el presente mes, me veré obligado, sin más, a poner en práctica las actuaciones que reiteradamente he anunciado.
Si como espero (confío en que se imponga la sensatez) se me concede lo que solicito, a tenor de los proyectos y de la actitud que tome el Ayuntamiento sobre el Museo, será llegado el momento de hablar de los fondos de mi propiedad expuestos en él. Porque conviene ir paso a paso y cada cosa a su debido tiempo.
Me entristece, María Amor, que encuentres normal el retraso de nueve meses —después de otras demoras más largas—, en recibir a una persona que solicita una entrevista con urgencia para tratar de un tema transcendente; o que encuentres lógico que se esté con la mayoría, aunque ésta no sea justa ni tenga razón; y que un servidor tenga que "emplear" un tiempo en intentar que comprendas algo que es de dominio público, y por si esto no te sirve, algo que está ampliamente documentado, a saber: que sin mi dedicación y mis actuaciones a lo largo de más de treinta años, no hubiese sido posible la conservación y restauración del Mesón de la Dolores y la creación de su Museo. Y no sólo esto, sino algo de mucha más transcendencia, como es el conseguir la reivindicación de la Dolores, el liberarnos de un sambenito que nos amargaba, y el lograr cambiar la mentalidad de nuestro pueblo. Me duele a estas alturas tener que recordar estas cosas.
El Museo, que tan caro me ponéis, es fruto de mi inestimable colaboración. No lo digo yo, sino el mismo Ayuntamiento en una placa con la que ha pretendido honrarme, aunque de poco me sirve. Porque, por lo visto ¾no cabe pensar otra cosa¾ se me ha utilizado, se me ha exprimido y, ahora, después de cinco años de funcionamiento de un Museo que he creado y he montado yo, se quiere prescindir de mí. Y conste que no veo fantasmas, que puedo justificar lo que digo.
Todo mi trabajo, alabado por la mayoría —por una gran mayoría—, no se puede poner en entredicho diciendo que a algunas personas no les gusta el Museo, o que a ti, particularmente, María Amor tampoco te gusta. Hay que concretar. Qué personas, cuántas, y por qué no les gusta. A mi insistente pregunta, durante nuestra entrevista, me respondiste que a unos amigos tuyos no les gustaba parte de lo expuesto en la sala inclinada por la que se accede a la Bodega.
¡Ni a mí tampoco! Pero se da la circunstancia, que hay que tener muy en cuenta, que en febrero de 2003 —hace más de un año—, envié a la Asociación de "La Dolores" unas "Sugerencias" para aplicar en esta sala y en la Bodega (páginas 102 y 103 del Dossier) que con un gasto mínimo hubiese mejorado extraordinariamente esta sala; y sin ningún gasto se hubiese combatido la escandalosa y progresiva humedad de la Bodega.
Pero los miembros de la Junta de la Asociación no me hicieron el menor caso, como nunca me lo han hecho sobre otras cuestiones, a pesar de mi insistencia y de mis constantes indicaciones en pro de mejorar el Museo. Lo grave es que el Ayuntamiento, que se supone debería velar por la buena marcha del mismo, y que debería conocer estas "Sugerencias", porque estaban incluidas en el Dossier que entregué en el Registro Municipal en julio de 2003, no ha tenido en cuenta ni esta ni ninguna otra de mis continuas comunicaciones que les he remitido desde hace más de tres años. Además, se da la circunstancia de que nunca he tenido libertad para actuar en esta sala, y desde hace casi de dos años no puedo acceder al Museo cuando permanece cerrado al público, porque, incumpliendo un acuerdo, la Asociación ha cambiado la cerradura, y el Ayuntamiento adopta una incomprensible actitud pasiva.
Por estos motivos expuestos, no consiento y me indigna que se valore negativamente el conjunto del Museo por esta sala, y que quien lo hace seas precisamente tú, María Amor, la concejala de Turismo. No deseo enfadarme contigo, ni con nadie; pero quiero que se me haga un mínimo de justicia y que se me tenga en cuenta en un tema que, aunque sólo sea por el tiempo que le he dedicado, soy en él un especialista y he demostrado con creces mi competencia y mi capacidad.
A pesar de las deficiencias citadas, y de algunas otras, que seguramente las habrá, el Museo gusta mucho a miles de visitantes, y ahí están sus testimonios elogiosos en los Libros de Firmas. Son muy valiosos, no ya por el Museo en sí, sino por lo que expresan sobre el personaje de la Dolores, al que ven ahora de una forma totalmente positiva para Calatayud, gracias al mensaje que intento transmitir por medio de que hay expuesto. Mensaje que observo con satisfacción que es captado. Es ilógico y penoso que no concedáis ningún valor a estos testimonios.
Otro objetivo primordial que persigo es que los visitantes tomen conciencia de la universalidad de la "Leyenda de la Dolores" y del extraordinario Patrimonio Cultural que ha generado. Pero tanto en este Ayuntamiento como Dª. María Luisa Cancela, no os habéis dado cuenta de la transcendencia que tiene este asunto, y creéis que los elementos expuestos a propósito, que contribuyen a que se consigan estos fines, están de más, sobran, carecen de valor, y pretendéis que se eliminen. Es un error que procuraré evitar.
Al hilo de lo dicho, acabo de repasar el informe de María Luisa Cancela sobre el Museo, y me ratifico en lo expuesto en mis "Comentarios y puntualizaciones" con los que razono mi punto de vista contrario. A veces, María Luisa, se contradice, como cuando expone en la línea 6 de la página 1: "Tiene que plantearse como objetivo el conocimiento y divulgación de la leyenda", y en la línea 7 por el final de la misma página habla de "láminas de libros que carecen de interés", y resulta que esta colección de láminas precisamente son las que explican de la mejor manera posible la leyenda.
Dais por bueno todo lo que dice María Luisa, y dudáis o no tomáis en consideración todo lo que digo yo, avalado por mi experiencia en el tema, por la lógica y la razón y, por qué no, por mis conocimientos. Me reitero en mis puntualizaciones, especialmente en las marcadas en mis "Consideraciones" con los números 5, 7 y 8. Respecto a los objetivos que debe cumplir el Museo de la Dolores, que es un punto muy importante, me remito a las páginas 19, la 21 especialmente, 71,73 y 144 del Dossier.
Seguramente María Luisa os agradecería le enviaséis una copia de mis "Comentarios y puntualizaciones" a su informe. Es posible que no los encuentre desacertados. Y con sensatez, es probable que haga o diga algo para no dar lugar a que salga a la luz pública su texto "Colección permanente del Museo de la Dolores", junto a mis "Comentarios y puntualizaciones", y junto con algunas fotografías del Museo que ilustren la cuestión. Algo que puede suceder si el Ayuntamiento no cambia de actitud y adopta una postura razonable y justa conmigo.
Ante la reticencia a nombrarme director del Museo, que sería lo lógico y lo justo; al pensar (eso he deducido de nuestra conversación) que con los paneles fijos, unas cuantas fotografías y alguna otra cosa ya está listo el Museo y sobra todo lo demás, o sea, mis fondos; teniendo en cuenta vuestro deseo de que las visitas sean gratuitas y, por consiguiente, ya no haría falta una persona fija que se encargue de su vigilancia; y si además se cuenta con el asesoramiento de una licenciada como Dª. María Luisa Cancela, no es difícil adivinar la futura situación: Se prescinde de mí y puedo llevarme mis cosas.
Si no es así, pido disculpas. Pero si fuese cierto lo que pienso, no voy a permitir que todo mi esfuerzo se desvirtúe y la reivindicación de la Dolores se quede a medio camino. Todo lo que he expuesto en el Museo obedece a un fin, en parte logrado. Un fin que nadie mejor que yo sabe cual es, así como el camino que hay que seguir para conseguirlo. No es otro el camino —la principal baza—que el Museo. Pero no un Museo de cualquier manera.
Y no voy a renunciar al honor que me corresponde y me he ganado a pulso, de ser el director de dicho Museo. Mas claro, agua. Es lamentable que tenga que decir estas cosas. Si no se me hace justicia y no se me concede este cargo, se me pone en el disparadero de reaccionar de la única manera posible. De momento, dad por hecho que todas estas cartas, o lo que sean, que me obligáis a escribir, perdiendo un tiempo que podría emplear, por ejemplo, en la Antología de Poetas o en otras investigaciones que tengo entre manos, van a ser publicadas.
Parece mentira que a estas alturas no os hayáis dado cuenta de las actuaciones que anuncio y que voy a poner en práctica. Por lo visto, parece que os es indiferente lo que pueda decir en los medios locales. ¿Sería lo mismo si fuera en los medios nacionales de máxima audiencia? La Dolores es un tema estrella y, lógicamente, dichos medios acogerían con especial interés todo lo referente a este personaje universal.
Soy consciente de que esta comunicación es muy extensa; pero considero que tiene la medida que necesita un asunto de la transcendencia de éste. Pronto nos hemos olvidado de que nos daba vergüenza de que nos mentasen a la Dolores.
Reitero, si el 1 de agosto no tengo por escrito contestación a mis reivindicaciones, sin más dilación pondré en práctica las medidas que he anunciado.
Cordialmente, y con mi mejor deseo de que lleguemos a un completo acuerdo en beneficio de Calatayud.

Antonio Sánchez Portero

www.ladolores.net
16 de agosto de 2004