¡Ya está bien de medias verdades Sr. Sánchez Portero!
Creemos que cuando alguien se dirige a los medios de comunicación para menospreciar a un grupo del que se forma parte desde su origen ha de hacerlo en base a la mayor objetividad y no mediante medias verdades. Nos referimos, en concreto, a la guerra ficticia que ha creado, mantiene y alimenta D. Antonio Sánchez Portero contra la Directiva de la Asociación Cultural "La Dolores".
Los miembros de dicha Directiva asumen cualquier crítica sobre su gestión (faltaría más) y, si es de carácter constructivo mejor, siempre que se hagan desde la Asociación, en su seno y a través de los instrumentos que a tales efectos arbitran sus Estatutos. En este sentido, el Sr. Portero puede asistir, como socio que es de pleno derecho, a las Asambleas de la Asociación y hacer valer sus sacrosantas razones en la seguridad de que, respetando las mayorías propias de toda organización democrática, serán mandamientos para estos legos en un ámbito en el que el Sr. Portero ha sentado cátedra. También puede el Sr. Portero optar a cualquier cargo, v. gr. el de Presidente, cargo que ya ostentó y que hubo de abandonar por la más que evidente incompatibilidad de aquél con el cobro del 45% de los ingresos del Museo.
Uno de los temas que expresamente menciona el Sr. Portero en esta singular Lid que se ha autopropiciado para mayor gloria de su nombre es la relativa a los famosos contratos de los que, al parecer, el primero reserva para otra entrega. El Sr. Portero parece olvidar que el primero de ellos se firmó tras más de diez reuniones en las que el único punto conflictivo eran sus altas pretensiones económicas (como puede corroborar el Director de este Periódico entonces directivo de la Asociación) que dejaban a la Asociación con los ingresos más que justos para cubrir los gastos de mantenimiento y, por ende, ante la práctica imposibilidad de realizar aquellas inversiones que, aun siendo necesarias, sólo mentes privilegiadas pueden llevar a cabo tras el obligado reparto contractual. A pesar de ello, se han adquirido medios audiovisuales, maniquíes con sus correspondientes aderezos, se han realizado actuaciones sobre la instalación eléctrica... etc. y, en esta lasitud e impericia pregonadas por el Sr. Portero de la Directiva, ésta solicitó un informe a una reconocida museóloga sobre la adecuada ubicación de los elementos que integran el fondo del Museo que, como era de esperar, tampoco fue del agrado de D. Antonio. En este intento por completar las medias verdades, el Sr. Portero también olvida, es evidente que sólo recuerda aquello que lleva su signatura, la habilitación de la Bodega como Sala de Exposiciones (con una lista de espera para exponentes de hasta un año y de cuyas obras expuestas una revierte al fondeo del Museo contándose actualmente con un importante fondo de valor artístico) así como la Primera Exposición de Fotografía Antigua entre otras actuaciones promovidas por la Directiva.
Esta insidiosa e inepta Directiva tuvo la osadía de solicitar, en su día, al Sr. Portero un informe sobre archivos, documentos y objetos a exponer sufragados con fondos de la Asociación con la finalidad de crear un Archivo Inventario de Fondos, informe que aún seguimos esperando. Pero es más, la Junta Directiva ante la particular y personal visión que sobre el Museo tiene el Sr. Portero y, a la luz de los resultados económicos (datos estos que no pueden obviarse), concertó con aquél un segundo contrato que D. Antonio suscribió asistido de abogado y en vigor actualmente, contrato que según nuestro ilustre personaje es incumplido de forma reiterada por la Directiva sin que, curiosamente, sea denunciado.
Es innegable y objeto de sincero reconocimiento la labor promocional que sobre la Dolores y Calatayud realiza el Sr. Portero por la geografía española, pero no es menos cierto que toda esa plausible promoción está impregnada de un egocentrismo que ignora y menosprecia todo aquello que no haga referencia a D. Antonio Sánchez Portero cual deidad a la que es preciso rendir pleitesía bajo pena de excomunión.
No es de extrañar que D. Antonio, desde su pedestal, se pregunte sobre la utilidad de la Junta a la que pertenecemos en una clara manifestación de absolutismo trasnochado que pretende asumir cual cíclope hambriento todo lo que gira en torno a nuestra querida y, de un tiempo a esta parte, traqueteada Asociación. No obstante, quisiéramos señalar que alguna utilidad si tiene la Directiva, la gestión desinteresada de la Asociación que, para quienes conozcan mínimamente la materia, es cuando menos digna del respeto que Ud. Sr. Portero le viene negando, especialmente en sus inexplicables e injustificados ataques a la persona de nuestro Presidente D. José A. Bañeres que de forma altruista dedica varias horas diarias a la Asociación sin más recompensa que la satisfacción personal y sus ex abruptos.
Queremos terminar reiterando que la Asociación no ha promovido litigio alguno contra D. Antonio Sánchez Portero a quien siempre se le ha reconocido su magisterio en la materia y quien. a pesar de ello, prosigue machacónamente su particular batalla contra los molinos de viento. Ante esta situación sólo cabe convocar la Asamblea General de la Asociación, órgano soberano de la misma, para que en su seno -y no fuera de él- se resuelva definitivamente y en beneficio de la Asociación esta personal e insólita lucha.
Fdo. La Junta Directiva de la Asociación Cultural "La Dolores"
LA COMARCA, 6 de junio de 2003