EL MUSEO DE LA DOLORES
Agradezco al Heraldo el tratamiento que da al litigio sobre el Museo en el artículo del pasado 2 de septiembre. La imparcialidad y la diversidad de opiniones que recoge es la habitual. Efectivamente, si no hubiese sido empu-jado por las circunstancias y muy en contra de mi voluntad, no hubiese toma-do la dolorosa resolución de retirar los fondos de mi pertenencia del Museo de la Dolores. Mientras esta operación no se lleve a efecto, aunque remotamente, cabe una ligera posibilidad de acuerdo. Por mi parte, estoy en la mejor disposición.
Agradezco al señor Bañeres que me cite como "este buen hombre", siempre es mejor que fuese "mal hombre"; pero no estoy de acuerdo con lo que sigue: que mi "problema con la Asociación es puramente económico." Él, mejor que nadie sabe que esto que dice no es cierto.
En carta al señor alcalde con fecha 12 de agosto, le decía: "Olvidándo-me de todos los agravios, lo único que solicito en beneficio de Calatayud es lo siguiente: 1.- Que la magnífica bodega medieval se pueda contemplar en todo su esplendor, sin que sus paredes y arcos permanezcan ocultos por los pane-les de la exposición permanente de pintura. 2.- Que parte del Museo deje de conceptuarse Etnográfico, porque es inviable y es un contrasentido. Todo el espacio debe ser solamente destinado a Museo de la Dolores. Un Museo úni-co en el mundo, dedicado a un personaje universal, que debe tener caracte-rísticas propias. 3.- También pido que se me considere y reconozca oficial-mente director de dicho Museo de la Dolores."
Sobre el canon que percibo por la cesión de mis fondos al Museo, decía en carta (14-7-04) a la concejala de Turismo: "Si como espero (confío en que se imponga la sensatez) se me concede lo que solicito, a tenor de los proyec-tos y de la actitud que tome el Ayuntamiento sobre el Museo, será llegado el momento de hablar de los fondos de mi propiedad expuestos en él. Porque conviene ir paso a paso y cada cosa a su debido tiempo." Y como mi predis-posición para el acuerdo era grande, seguro que hubiésemos encontrado algu-na solución. Pero no hubo lugar a ello.
Por último, el señor Bañeres, dice que he percibido 12.193 euros. Es cierto (este dinero es poco más o menos es el que empleado para enmarcar 200 cuadros y que pudieran ser expuestos). Pero no dice que el Museo, la Asocia-ción o el Ayuntamiento ha percibido 30.104 euros, de los que descontando los gastos de la azafata, han quedado 8.566.
Lo digo de corazón: hubiese perdonado los euros percibidos de saber que me iba a ver envuelto en este conflicto. Para mí, por encima de todo, está Calatayud. Creo que lo he demostrado con creces.
Antonio Sánchez Portero.
Heraldo de Aragón
Viernes, 10 de septiembre de 2004