IX Festival de Zarzuela
La ópera "La Dolores" cerrará la
temporada lírica del teatro Campoamor
Las cuatro funciones previstas se desarrollarán entre los días 30 de mayo y 2 de junio, bajo el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA
Cosme MARINA
La IX Edición del Festival de Teatro Lírico Español de Asturias llega a su fin con las cuatro funciones previstas de la ópera "La Dolores", de Tomás Bretón, que se representará en el teatro Campoamor entre los días 30 de mayo y 2 de junio, bajo el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA.
El Salón de Té del teatro Campoamor acogió ayer la presentación a los medios de las funciones, con la asistencia de gran parte del reparto que participará y de los responsables, música VT artístico, del espectáculo. Este montaje, que se representará en el Campoamor, se ha llevado a varios teatros españoles como el Villamarta de Jerez o los de Málaga y Santander. Producida por Verdi Concerts, Julián Molina se hará cargo de la dirección de escena, mientras que Tulio Galiardo estará al frente de la Orquesta Sinfónica "Ciudad de Oviedo", formación titular del Campoamor.
Julián Molina destacó de esta obra "los momentos de dramatismo que atesora. Para documentarme en el tema fui a Calatayud a empaparme de los espacios originales donde se desarrolló" la acción. De ahí parten los decorados. En cuanto al reparto, requiere intérpretes de gran prestigio y solvencia, como son los que tenemos para las funciones del Campoamor". Tulio Galiardo, director musical, destacó la "orquestación compleja de la obra, con numerosas polirrítmias, que también exige mucho al coro y con los cantantes siempre a contratiempo. El final del primer acto es de una especial brillantez y es un título que va a sorprender al público y que se puede comparar a una «Butterfly» o una «Aída»". En este sentido destacó Galiardo la calidad de la OSCO "una orquesta que saca adelante una partitura en la que la formación ha de estar a gran altura, en vez de en segundo plano, como sucede habitualmente en la zarzuela".Dos repartos
Debido a la dificultad de la obra, de gran exigencia para todos los intérpretes, se realizaron dos repartos. En el rol de "La Dolores" alternaron Teresa Novoa y Laly Silaia, mientras que de Lázaro se encargaron Javier Palacios y Manuel Beltrán. Rodrigo Esteves y Federico Gallar interpretaron a Melchor y Ángel Rodríguez y Abelardo Cárdenas se turnaron como Rojas. El rol de Patricio correrá a cargo de Marco Moncloa y Harol Tortes, y del de Celemín Ricardo Mufliz y Francisco J. Sánchez. Silvia Levison será Gaspara. En las funciones también participará la Capilla Polifónica "Ciudad de Oviedo", el grupo folklórico aragonés "Solera de Aragón" y la Rondalla Lírica de Madrid. Entre los integrantes del reparto, destacan nombres habituales de los ciclos de zarzuela del Campoamor, junto a otros que actúan en el mismo por vez primera. "La Dolores" ejemplifica con plenitud la lucha por los compositores españoles del siglo XIX por realizar una ópera de carácter nacional que levantase un frente a los modelos importados italianos o, en menor medida, las escuelas francesa o germana. Bretón fue, de hecho, un autor que militó con insistencia en esta batalla y en la necesidad de asumir una lírica propia cantada en español, aunque, desde luego, supo asimilar diversas influencias foráneas. Incluso su discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Bretón lo dedicó a tratar este asunto. "La Dolores" se estrena en el teatro de la Zarzuela de Madrid en la década de 1890, periodo muy fecundo con varios compositores realizando aportaciones que se substanciarían como determinantes en el devenir de nuestra lírica. Bretón decidió huir del Teatro Real que había maltratado "Los amantes de Teruel" y se lanzó directamente a los circuitos de zarzuela en los que consiguió un éxito fulgurante que extendió las representaciones a toda España y se convertiría, junto al sainete "La verbena de la Paloma", en las dos grandes referencias de su autor.
A pesar de la popularidad de "La Dolores" en el tramo inicial de su creación, poco a poco fue cayendo en el olvido, salvo algunos pasajes como La "Jota" que pasaron al acervo popular, quizá debido a las grandes dificultades musicales y vocales que requería para su puesta en escena y que no estaban al alcance de las modestas compañías que desarrollaron durante décadas el género lírico español.
Guillermo de Morphy destacó en el estreno de la obra una serie de rasgos que definen en plenitud la entidad de la misma: "La Dolores es una ópera española por los cuatro costados; todo lo define: argumento, personajes, lugar de la acción, música, cuadros pintorescos y populares y cuantos elementos pueden contribuir a darle vida propia y color local".
Con este título se cierra la novena edición del ciclo lírico ovetense, marcada por los recortes presupuestarios que obligaron a acortarlo notablemente, que llevó a dejar en la mitad los ocho títulos inicialmente previstos y a suprimir, también, una función de cada uno de los títulos que el Ayuntamiento dedicaba a los centros sociales.
De cara al próximo año, el Consistorio prepara un relanzamiento del Festival, que se substanciaría con la firma de un acuerdo con el teatro de la Zarzuela de Madrid, del que se ofrecerían varias producciones.
LA NUEVA ESPAŅA, (miércoles, 29 de mayo de 2002)