Un Teatro Real para todos
La convicción de que un Teatro de Ópera es lugar de encuentro de varias formas de expresión artística, catalizador privilegiado de la renovación del arte lírico y baluarte del patrimonio musical nacional, preside el diseño de la programación del Teatro Real. Una serie de líneas programáticas a largo plazo dan coherencia a una ecléctica oferta. Hay que saldar la deuda de este Teatro, tantos años cerrado, con el público de su ciudad, presentando a los grandes clásicos y privilegiando las producciones propias, lo que nos posibilitará volver a ofrecerlas con costes reducidos. Así, este curso se repondrán Don Carlo y Traviata y se estrenarán nuevas creaciones de Macbeth, Barbiere y Die Zauberflöte . En temporadas posteriores están previstas las reposiciones de Aida, Bohème, Trovatore y Butterfly y nuevos montajes de Don Giovanni, A Midsummer Night's Dream, Elisir d'amore, Comtes d'Hoffmann, Wozzeck, Rake's Progress, Ballo in maschera, Gioconda, Guillermo Tell, Salome, Arabella y un largo etcétera.
Los títulos de repertorio se programan atendiendo a un ambicioso proyecto que ofrece obras maestras de Mozart, Rossini, Verdi, Wagner, Puccini y de los grandes compositores belcantistas. Alternándose con estas óperas más populares figurarán siempre otras menos escuchadas, como Cléopâtre, de Massenet -en concierto- o Die Frau ohne Schatten, de Strauss, que se oirán por primera vez en Madrid esta temporada. También están previstas varias obras del siglo XX: además de las citadas de Strauss, Britten, Stravinsky y Berg, de Janácek podremos ver De la casa de los muertos y Katia Kabanova ; de Poulenc, Dialogue des Carmélites ; de Prokofiev, El amor de las tres naranjas ; de Hindemith, Cardillac ; de Alfano, Cyrano de Bergerac , de Musorgsky, Jovanchina , y muchos más títulos que sería prematuro enumerar. El gran porcentaje de producciones propias (cerca del 70 por cien) no sería posible sin una seria política de coproducción que nos une a la Opéra de Paris, al Covent Garden, a La Scala, al Liceu o al Met, y a los festivales de Salzburgo, Pesaro, Aix y Ruhr Triennale.
Otra de las vocaciones del Real, es, sin duda, la de divulgar y promocionar la creación operística española. Así, después de los estrenos mundiales de Divinas palabras, Don Quijote y Señorita Cristina , se ofrecerán, en 2007 y 2008, las óperas El viaje a Symorgh , de Sánchez Verdú y libreto de Juan Goytisolo, y Faust - Bal , de Leonardo Balada, con libreto de Fernando Arrabal, ambas encargos del Teatro. Dentro de esta defensa del patrimonio musical español se enmarcan también la inauguración de la presente temporada con La Dolores , la presentación, en 2006, de Luisa Fernanda , o la celebración de la llegada de cada Nuevo Año con una zarzuela. Además, dentro del ciclo Clásicos del Real , se ofrecen, en versión de concierto, óperas olvidadas aclamadas en el pasado, impulsando así la edición de sus partituras y su grabación discográfica. En este apartado estrenaremos, en marzo próximo, de Elena e Costantino , de Ramón Carnicer.
Este compromiso con el arte español se extiende a la promoción de nuestros artistas, no sólo privilegiando su contratación, sino también, y sobre todo, formando y acogiendo a las generaciones más jóvenes a través de iniciativas como los Cursos de repertorio impartidos por grandes maestros, los proyectos Ópera en familia y las Funciones pedagógicas -ambos a cargo artistas jóvenes-, el Premio Futuro al cantante más prometedor o el Concurso de Creación escénica , cuya producción vencedora, concebida por un director de escena, un escenógrafo y un figurinista menores de 35 años, es presentada en el escenario del Real y que inaugura The little sweep , de Britten.
Dejo para el final la que debe ser la preocupación fundamental de la dirección de un teatro de ópera: su público. Para él trabajamos ilusionados cada día, intentando comprenderlo, formarlo, ampliarlo y renovarlo. Pese a los excelentes índices de ocupación del Teatro Real (cerca del 98 por cien del aforo) sabemos que hay que cautivar al público cada día, al de hoy y al de mañana. Así, nuestro amplio Proyecto pedagógico , con representaciones a precios reducidos dentro y fuera del Teatro, acoge a un número cada vez mayor de pequeños aficionados que esperamos ver crecer a nuestro lado. También queremos que vengan al Real quienes se acercan cada vez que hacemos una Jornada de Puertas Abiertas o proyectamos una representación en la Plaza de Oriente. Es emocionante ver cómo, con estos actos simbólicos, movilizamos a miles de personas capaces de sortear incomodidades para participar de la magia de la ópera. Para ellas intentamos aumentar cada vez más las funciones fuera de abono y las entradas a precios reducidos (esta temporada tenemos seis representaciones de Barbiere y Traviata con fantásticos repartos a precios muy económicos), y no dejaremos de luchar hasta que el Real pueda ser, de verdad, el teatro de todos.
Emilio SAGI Director artístico del Teatro RealÓpera Actual (24/11/2004)