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Discreto estreno de “La Dolores”, la obra lírica del maestro Tomás Bretón en la apertura de la temporada operística 2004/2005 en el Teatro Real. |
El estreno de "La Dolores" del maestro Tomás Bretón, una apuesta por la lírica española en la apertura de temporada operística 2004/2005 del Teatro Real, no ha cuajado entre el público que llenaba el coliseo madrileño, testigo de la recuperación de una obra que no se representaba desde 1923.
Al final de la representación, los aplausos fueron tenues, y mientras el director de escena, José Carlos Plaza, saludaba con ironía a la parte del público más dura, el reparto arropaba con afecto a Alfredo Portilla, que en el papel de "Lázaro", recibió en el segundo acto la queja más que explícita de un espectador, al grito de "muy mal".
La última vez que se representó "La Dolores" fue en 1923, también en el Real, aunque su estreno se remonta al año 1892 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. En aquella ocasión tuvo un gran éxito, que permitió alcanzar las 53 funciones consecutivas.
A la función de la pasada noche, con la que arranca la temporada lírica en el coliseo, acudieron la ministra de Cultura, Carmen Calvo; el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias -comunidad donde se desarrolla el drama-; el director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), José Antonio Campos; la concejala de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, y el ex alcalde de la capital José María Alvarez del Manzano, entre otros.
De esta ópera, para la que el maestro Bretón viajó a Calatayud con el fin de conocer la leyenda de su protagonista, ha trascendido fundamentalmente su popular jota, interpretada a lo largo de los años por grandes tenores, y que esta noche contó con la actuación de un cuerpo de baile, formado por casi una veintena de artistas, los más reconocidos por el público.
Además de José Carlos Plaza en la dirección de escena, el montaje cuenta con la dirección musical de Antoni Ros Marbá, y esta noche, Elisabete Matos encarnó a La Dolores, una mujer que vive en una España dominada por la envidia y la represión sexual.
José Carlos Plaza, ha contado con el pintor Enrique Marty para la escenografía, que utiliza la proyección de imágenes fijas y en movimiento, realistas y abstractas, para recrear los ambientes físicos y emocionales en los que se desarrolla el drama, desde la plaza de un mercado de la España de la época, con sus casas encaladas, al interior de un mesón y de una habitación.
Esta es una producción del Teatro Real, junto a la Fundación Zarzuela Española y la Fundación Autor, que ha requerido además la restauración de la partitura por parte de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE), que encargó la tarea al Instituto Complutense de Ciencias Musicales.
La ópera, que será grabada en DVD, se retransmitirá el sábado a través de una pantalla gigante instalada en la fachada del teatro, en la madrileña Plaza de Oriente, donde se colocarán más de mil sillas.
Informativos TELECINCO.com , Jueves 30/9/2004
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