Entre el mito y entre la realidad y la ficción, «La Dolores»


FILATELIA

ANDRÉS GALARÓN / BURGOS

«Si vas a Calatayud, pregunta par la Dolores, que es una chica muy guapa y amiga de hacer favores». Esta copla anónima cantada por varias generaciones se basa en los avatares de una chica caritativa y honesta que trabajaba en un mesón de Calatayud.

Seducida por un barbero de nombre Melchor, es pretendida, a la vez, por Patricio, este un rico mercader, y por el sargento Rojas, tan petulante como aguerrido. De la muchacha se enamora locamente el seminarista Lázaro, sobrino de la mesonera. La historia termina con la muerte de Melchor al recibir una puñalada de Lázaro.

Este sello se convierte en otro instrumento de memoria colectiva con el que recordar la historia de personajes y ciudades. /DB

Desde el 31 de mayo, 1.200.000 ejemplares de sellos de 0,50 euros se suman en España a la copla anónima; al drama de La Dolores, de Feliú y Codina; el libreto de la ópera del mismo título, de Bretón; las obras teatrales La hija de la Dolores, de Fernández Ardavín, y la que fue de la Dolores, de Acevedo; cientos de recortes de prensa, un monólogo en verso de Benito Muñoz Serrano, poemas, algunas citas de libros de la época, referencias de varias películas y varios libros.

Pero gran luz a esta protagonista se debe a la labor de Antonio Sánchez Portero investigador de este tema desde hace más de 30 años. Como fruto de esa tenacidad es la aparición de varios libros concienzudamente documentados desmitificando la figura y acercando la realidad de Dolores Peinador Narvión.

Pronto vendrá la identificación de lugares, escenarios, personajes en los que discurrió la vida de Dolores. Conocida la Dolores coma una figura real, Antonio Sánchez desvela con agilidad y sencillez los entresijos de esta desdichada mujer casada y con varios hijos.

Los pleitos con su padre no parecen tener fin, la fortuna dejada en herencia por su madre fallecida son el motivo.

Pronto toda esta fortuna es mermada, la azarosa vida de Dolores y la desordenada vida de su marido, militar de profesión hasta su matrimonio, hicieron surgir la popular copla que encabeza esta página. La Dolores murió en Madrid a los 75 años.

En su ciudad natal, Calatayud, se alza el Mesón de la Dolores, antes conocido como Posada de San Antón, y un museo en el que se guardan recuerdos de su vida.


DIARIO DE BURGOS (Sábado, 15 de junio de 2002)

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