Calatayud: El triunfo de la leyenda

Hablar de Calatayud es hablar de la cuarta ciudad de todo Aragón. La capital de la comarca del mismo nombre ha logrado, por primera vez en más de diez años, que su población supere la barrera de los 18.000 habitantes, debido principalmente a la mayor presencia de emigrantes en la localidad. Su majestuosos perfil, dominado por la existencia allá en lo alto del Castillo Mayor y las bellas torres de Santa María y de San Andrés en pleno Casco Histórico, la convierten en un bocado exquisito para todo buen gourmet ávido de cultura que se precie.

Declarada en 1957 Conjunto Histórico Artístico, la villa bilbilitana ofrece un amplio catálogo de rincones y edificios donde disfrutar del arte. Los restos arqueológicos de la ciudad ibero-romana de Bílbilis se asientan sobre el cerro de Bámbola, a seis kilómetros de Calatayud. Se conservan restos del templo principal y el conjunto de las termas, junto a varios mosaicos y pinturas murales. Ya en la capital, los estilos mudéjar, renacentista y barroco se dan la mano equilibradamente en muchos casos, como en las magníficas Colegiatas de Santa María y del Santo Sepulcro. La restaurada Puerta de Terrer, antiguo acceso a la ciudad cuando ésta estaba amurallada en la Edad Media, es hoy sede del Centro de Estudios Bilbilitanos. Tampoco conviene olvidarse de la iglesia barroca de San Juan el Real, donde se pueden contemplar cuatro pinturas de Francisco de Goya. En la iglesia-fortaleza de la Virgen de la Peña, que data del siglo XIV, no hay que perderse sus destacadas yeserías mudéjares y la talla que representa a Nuestra Señora de la Peña.

Mesón de la Dolores
Pero hablar de Calatayud es referirse también inevitablemente, a la figura y la leyenda de La Dolores. Y su nombre es el que recibe la hospedería abierta el uno de junio de 1999 en pleno centro de la ciudad bilbilitana. Ubicado en la plaza de los Mesones, muy próximo al antiguo y hoy restaurado Ayuntamiento, el edificio del Mesón de la Dolores es un palacio del siglo XV. Profundamente transformado en el XIX para convertirlo en posada, mantuvo este uso hasta el año 1963. Posteriormente, su deterioro fue constante, hasta que, en 1997, la DGA y el Ayuntamiento de Calatayud decidieron acometer una profunda restauración, que duró dos largos e intensos años.

La Hospedería de la Dolores ofrece un ambiente rústico muy cuidado y acogedor. Su patio empedrado, dominado por una claraboya, expone ricos detalles, como un pozo antiguo y los balcones de las tres plantas, en el clásico color azulete de épocas pasadas. El edificio dispone de 34 habitaciones, tres de ellas individuales, 29 dobles y dos suites con salón, tipo duplex. Cada una de ellas recibe el nombre de una localidad de la comarca, además de la 101 que, como no, se denomina Suite La Dolores, decorada con muebles de la época de la conocida figura bilbilitana.

Cocina casera y de calidad
La Hospedería de Calatayud ofrece una cuidada cocina casera, con numerosos platos típicos de la tierra. El responsable de todos los menús es Juan Carlos Marta Herández -María José Erruz gestiona el mesón-, quien ha impulsado como platos estrella de la casa el ternasco asado y la judías verdes al foie. Su carta de vinos ofrece, sobre todo, caldos del Castillo de Maluenda (DO Calatayud), además de los más destacados de Somontano, Rioja y varios catalanes.

Dentro de mismo edificio del mesón también se puede visitar el museo dedicado a la figura de La Dolores. De acceso gratuito para los residentes y con un coste de 200 pesetas para el resto de visitantes, el centro ofrece un repaso exhaustivo de la vida de esta mujer y todas las manifestaciones que su leyenda ha tenido en la música, el cine y la literatura. Su gestión corre a cargo de la Asociación Cultural La Dolores.

Ficha Técnica
Hospedería del Mesón de la Dolores. Plaza de los Mesones, número 4, Calatayud (Zaragoza). Teléfono 976889055. Fax 976889059. Página web: http://www.mesonladolores.com/. 34 habitaciones (tres de ellas individuales y dos suites). Comedor. Cafetería. Salón privado. Tienda de productos de Aragón. Museo dedicado a La Dolores.

Temporada alta: del 1 de junio al 15 de octubre y Semana Santa. Temporada baja: del 16 de octubre al 31 de mayo, excepto Semana Santa.
Todas las habitaciones disponen de baño individual, televisión, antena parabólica, teléfono, caja fuerte, minibar, calefacción y aire acondicionado.
El mesón cuenta con un gran cenador, cafetería, salón privado y el Museo de La Dolores.

Hospederías de Aragón (noviembre, 2001)