SOBRE LA LLAVE DEL MUSEO DE LA DOLORES:
Por Antonio Sánchez Portero
Debo tener la llave del Museo y poder usarla sin ninguna restricción, además de por eso —creo— justos motivos honoríficos, por otras razones de un peso incuestionable, como son:
Para poder desempeñar la misión como director de dicho Museo —título que tengo acreditado y no creo que nadie me niegue— y poder cumplir la sugerencia de nuestro alcalde manifestada el día que se firmó el acuerdo de colaboración entre el Ayuntamiento y la Asociación. El alcalde dijo en aquella ocasión: "Queremos un museo vivo que evolucione investigando en torno al mito." Y en esta línea va encaminado mi trabajo.
Porque en cualquier momento soy requerido por emisoras de TV y de Radio y de distintos medios de comunicación para que les muestre el Museo y realizar su trabajo. Unos trabajos que de una manera incalculable repercute en beneficio de Calatayud.
Hace unos meses, estuve desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la tarde, ininterrumpidamente, atendiendo al equipo de antena 3 TV para que grabaran un reportaje para su espacio "A plena luz". El reportaje y la entrevista que me hicieron fueron excelentes y se emitieron, al menos, que sepa, en dos programas nacionales de máxima audiencia.
Hace poco, enseñé el Museo, primero al equipo de RNE que emitió el programa "Lo que es la vida" desde Calatayud; y después, mano a mano, a su directora Nieves Herrero.
Próximamente, estoy comprometido para enseñarle el Museo al General Director de la Academia Logística, a quien acompañaran sus amigos, los generales de su promoción.
En cualquier momento espero la visita de Tomás Marco, director general de Música; y de Emilio Casares Rodicio, director del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, y Director musical del Teatro Real, donde está previsto se represente pronto la ópera "La Dolores", de Bretón, con cuyo motivo es posible que yo pronuncie en Madrid una conferencia.
También puede venir a Calatayud en cualquier momento José Benedicto Hernández, alto cargo y consejero de la Biblioteca Nacional; y de otras muchas personas, directores, jefes de sección y de archivos de la Biblioteca Nacional, de la SGAE, o del archivo de Villa, de Madrid, quienes me han prestado —y siguen haciéndolo— una magnífica colaboración, y que interesados por la Dolores, me han expresado su deseo de visitar el Museo.
Siempre que he presentado un libro, el interés de todos los medios de comunicación por La Dolores y por mi trabajo se ha disparado hasta límites insospechados. En estos momentos, un prestigioso director de escena de Madrid, estudia para su montaje y representación mi obra dramática en cuatro actos "Dolores, la de Calatayud". Debo estar preparado para la avalancha de interés que se avecina.
Ante este panorama de visitas, es ridículo —por no emplear otros calificativos—, que en mi caso, con todos los antecedentes que me rodean y "los servicios prestados", tenga que estar al albur que en un momento no previsto tener que localizar a cierta persona para que, con un poco de suerte, y sin no excesivo retraso, me facilite el acceso al Museo para poder cumplimentar a tan destacadas personas.
Supongo que después de leer esta comunicación, les faltará tiempo a los miembros de la junta Directiva de la Asociación Cultural "La Dolores" para entregarme la llave de la que me despojaron sin razón y sin venir a cuento. De no ser así —y no son amenazas—, seguiré informando.
Antonio Sánchez Portero
Director del Museo de la Dolores