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Júpiter
en Acuario:
Tuvo un alto
grado de sentido humanitario desde el que no hizo
distinciones sociales. Entre sus proyectos destacó una
clara inclinación hacia el engrandecimiento cultural.
Tenía una inteligencia que podríamos definir como
abstracta y llena de originalidad que se transmitía al
exterior buscando la innovación. La austeridad y la
disciplina eran sus armas sociales y compartía sus
ideales con los demás, y gozaba de protección por parte
de sus amistades. Si a esto le sumamos su buena
intuición que le permitía ser más dúctil en la
adaptación a los cambios e imprevistos que se le irían
presentando, adivinaremos el alto grado de aceptación
que tenía entre los que estaban cerca de ella.
Saturno en Piscis:
La otra cara de la moneda se mostraba con una notable
tendencia al aislamiento, al recogimiento o al secreto
profesional y necesitaba apoyarse en su espíritu de
sacrificio y abnegación para superar los momentos difíciles,
además, ponía muchísimo esfuerzo y debía ser
persistente y constante en la consecución de sus
objetivos para que éstos no se diluyeran. El orgullo y
la ambición pudieron ser sus más frecuentes indicios de
transformación personal, evitando para ello, que los
temores inconscientes hacia el futuro generasen excesivas
dudas y menoscabasen su autoconfianza.
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