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El
Sol en Tauro:
Era reservada, amable, simpática y muy sensible,
y hacía gala de prudencia y de paciencia para conseguir
sus fines o propósitos, sin embargo se mostraba realista
y algo pragmática para encarar su propio destino.
Trabajaba incansablemente para intentar consolidar su
maltrecha economía. Actuaba raramente de forma
espontánea o precipitada, prefiriendo asegurar e incluso
reasegurar sus pasos sobre terreno sólido para descartar
posibles errores. Esta mujer
tenía un genio muy particular.
El Ascendente en
Géminis:
Su personalidad debió ser muy dinámica, con una gran
versatilidad que, unida a su continua busca de relaciones
le permitió estar siempre renovándose, y debido a ello,
pudo sorprender bastante a los demás. Sintió
interés por varias cosas a la vez, por todo
lo que significaba comunicación o hiciera posible el
intercambio, lo cual le provee de una apertura acusada
hacia las circunstancias que le rodean. Sus
incertidumbres le pudieron ayudar a resolver situaciones
difíciles en el trato social y aumentar su capacidad de
maniobra, pero disminuyendo su credibilidad,
refugiándose así, en su pequeño entorno cotidiano que
era el más sólido apoyo del que podía disponer.
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